28/9/09

Caducidad: 2019

23 años después de su estreno, 'Blade Runner' sigue siendo uno de los referente principales del cine de ciencia-ficción. La película plantea un futuro en el que se reconocen rasgos del presente y se mantienen peculiaridades del pasado. En un primer momento, su contenido filosófico y sus características técnicas desconcertaron al público. Pero no tardó en convertirse en film de culto. Era cuestión de tiempo que pasara a ser un clásico. Y ahí juega con ventaja.



El desigual Ridley Scott rodó en 1982 la película de ciencia ficción que marcaría la pauta en años posteriores. Blade Runner mejora la novela en la que se basó, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick. De hecho, la supera con creces.
Por entonces, Scott ya había rodado un par de películas. La primera, de 1977, Los duelistas, que no tuvo la distribución deseada. Dos años después sería reconocido gracias a Alien, prodigiosa mezcla de terror y ciencia-ficción, que supuso el inicio de una exitosa serie de secuelas (en las que él no intervino). Sin embargo, fue Blade Runner la que le dio el espaldarazo definitivo, aunque no fue de inmediato. Tanto crítica como público no supieron desentrañar su valor en una primera instancia. Poco a poco, dicha consideración cambió; de tal manera que se trató de renovar aquel éxito en otras producciones.

Se buscaba la “nueva” Blade Runner año tras año. Mucho tiempo después, tan sólo Matrix ha conseguido obtener un status similar, aunque hay que esperar si envejece de igual forma. Otras le rinden homenaje en mayor o menor medida (Batman, Yo, robot, Johnny Mnemonic, Días extraños, Seven, El quinto elemento, Dark city, A. I. Inteligencia Artificial, Minority Report, Código 46, etc.).

El director acometió entonces proyectos dispares y de diferente factura que terminaron por despistar y enojar a crítica y público. El éxito retornó en el año 2000, cuando su película Gladiator destacó y obtuvo varios Oscar. Desde entonces, ha sido uno de los impulsores en el renacimiento del género peplum.

Cine negro en el futuro
La película está planteada al estilo de los clásicos del cine negro de los años 40. El mismo Scott declaró que era una película situada dentro de cuarenta años, hecha en el estilo de hace cuarenta años. El personaje principal, Rick Deckard tiene mucho en común con el detective creado por Raymond Chandler, Philip Marlowe. No cuesta imaginarse a Bogart en el papel recreado por Harrison Ford.

Al igual que Marlowe, Deckard cumple una misión detectivesca, su vida personal es un desastre y acaba vapuleado frecuentemente. Sin embargo, el emplazamiento en un tiempo futuro y las características de su trabajo difieren del clásico. Deckard debe detectar y eliminar a una serie de androides (en la película los denominaron “replicantes”, pues consideraron que el término estaba gastado y mal empleado) que suponen un riesgo para el ser humano.

Hay que aclarar que los robots habían llegado a tal grado de perfección que incumplieron las leyes de la robótica y se rebelaron. El mito de Prometeo, popularizado por otro personaje literario: Frankenstein. Los replicantes comienzan a hacerse preguntas de corte existencialista y se las trasladan al espectador, supuesta creación divina asimismo. Este es el engranaje básico.

Pero ciertos giros de guión (más acusados en la reedición de 1992, denominada “Versión del director”) provocan una ambigüedad, centrada en el personaje principal, que sigue siendo objeto de discusión en la actualidad.

Como lágrimas en la lluvia
La película clave del género fue durante décadas Metrópolis, de Fritz Lang. Hasta 2001, una odisea del espacio de Kubrick o Solaris de Tarskovsky no se produjo un cambio sustancial. Sin embargo, Blade Runner se desmarca de ellas e introduce elementos propios que le hacen mantener la frescura desde entonces.

Desde el acierto con los actores, los cuidados escenarios y la ambientación, diálogos y monólogos que han pasado a la historia del cine (“He visto cosas que vosotros no creeríais…”), hasta la estética retro-futurista o la envolvente música atemporal de Vangelis… Una milimétrica conjunción que, unida al ritmo narrativo y la elección de planos, permiten disfrutar de una magnífica obra que se encuentra por encima de los géneros.

Título: Blade Runner
Director: Ridley Scott
Protagonistas: Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos
Guión: Hampton Fancher y David Peoples
Productora: Warner Bros (Time-Warner)
Nacionalidad: Estadounidense
Año: 1982

Duración aproximada: 112 minutos



[Crítica escrita en mayo de 2005]

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