8/2/12

ESPAÑA INVIERTE EN FUTURO


La importancia de una sólida red de transporte y comunicaciones es vital para el desarrollo económico de un país. Accesos rápidos y fiables son prioritarios tanto para los numerosos destinos turísticos y culturales, así como para los grandes núcleos empresariales como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia. En este sentido, la apuesta española por una red ferroviaria de alta velocidad y la vanguardista ampliación de los aeropuertos con mayor tráfico, se ha confirmado como una de las inversiones más acertadas.
Carlos Alegría. Madrid. Agosto, 2011.

Shinkansen. A cualquier lector no avisado, esta palabra le puede sonar a chino. Por poco. Así es como se conoce en Japón al popular Tren Bala que, ya en 1964, se convirtió no sólo en el primer ferrocarril de alta velocidad del mundo, sino también en una asombrosa muestra de la capacidad y el tesón nipones para conseguir lo inimaginable: convertir un Imperio devastado tras la Segunda Guerra Mundial en uno de los países más avanzados del mundo.

Un año para el recuerdo
El País del Sol naciente consiguió tal proeza en poco más de una década, con la inestimable ayuda de inversión extranjera, principalmente estadounidense. Aunque son muchas las diferencias, podrían establecerse ciertos paralelismo entre este estado asiático y España. Por un lado, nuestro país también ha pasado por extraordinarios cambios sociales y económicos en su historia reciente. Asimismo, la entrada en la Unión Europea a mediados de la década de 1980 fue clave para asimilarnos a nuestros vecinos del norte en el viejo continente e, incluso, a otras grandes potencias extranjeras.
Por otro lado, en la siguiente década, el año 1992 marcó un hito de nuestra historia reciente. Muchos lo ven como un punto de inflexión en el terreno de lo deportivo, especialmente con motivo de la exitosa celebración de los Juegos Olímpicos en Barcelona (amén del destacado papel que tuvieron los representantes españoles). Sin embargo, no hay que olvidar que fue en ese año cuando se estableció la primera línea de alta velocidad española (más conocida por sus siglas, AVE), entre Madrid y Sevilla, ciudad donde también se llevó a cabo un evento de gran relevancia: la Exposición Universal. La participación de países, empresas y organismos internacionales fue abrumadora, en total acudieron 112 países, 23 organismos internacionales, 6 empresas y las 17 comunidades autónomas españolas. España accedía a la vanguardia europea por la puerta grande.
Infraestructura también relevante, motivada por los acontecimientos de aquel año mágico, fue la ampliación del aeropuerto barcelonés de El Prat. El reconocido arquitecto Ricardo Bofill fue el encargado de la construcción de la T2, obra que, como es seña de identidad de este arquitecto catalán, conjuga lo contemporáneo con lo clásico. Ejemplo de estilo posmoderno, viene a ser precedente de las recientes ampliaciones del aeropuerto de Barajas, en Madrid, y de la que se está llevando a cabo actualmente en la Ciudad Condal. Dichas ampliaciones hablan de las nuevas exigencias y retos a los que se enfrenta, entonces como hoy, España.
Barcelona y Sevilla se convirtieron, por tanto, en escaparate de la modernidad española hace dos décadas. Sin embargo, el esfuerzo no fue algo puntual. Además de prolongarse en el tiempo en las mencionadas capitales de provincia, lo ha hecho también geográficamente en el resto de regiones.

Proyectos visionarios
Desde la incorporación de España y Portugal a la Unión Europea, entonces CEE, la recuperación de las ciudades portuarias ha sido una de las acciones más sobresalientes y, al mismo tiempo, aparentemente más inadvertidas en la Península Ibérica. No por menos importantes, sino todo lo contrario: su modernización se ha realizado de manera paulatina e impecable, facilitando la natural asimilación por parte de sus habitantes y sus visitantes. Las transformaciones de Lisboa y Barcelona son paradigmáticas en este sentido. No obstante, ambas son importantes núcleos urbanos en sus respectivos países, por lo que el ejemplo de Bilbao y Valencia tal vez adquiera mayor relevancia.
Bilbao, en el norte de España, arrastraba durante décadas la losa de ciudad industrial, oscura, portadora de una decadencia sin encanto (al contrario que Lisboa, por ejemplo). Sin embargo, la mirada del artista, esa especie de intuición proveniente de alguna esfera de sensibilidad ajena al resto y que los diferencia de los demás, hizo posible el milagro. Desde 1997, una de las orillas de la ría del Nervión acoge cotizadas piezas de arte contemporáneo: se trata de la sede de la colección Guggenheim en España. Y no menos importante, el deslumbrante edificio que que las alberga es obra de uno de los arquitectos más emblemáticos y originales de la actualidad, el canadiense Frank O. Gehry. Su "mirada" diferenciadora ha conferido a la ciudad vasca un estatus radicalmente distinto al que le precedía.
Valencia, por el contrario, parecía encontrarse adormecida por el deslumbrante vaivén del Mare Nostrum, recogimiento de millones de turistas nacionales e internacionales desde el boom del turismo en el último tercio del siglo XX. Sus inmensas posibilidades, además de las turísticas, se incorporaron también a finales de la década de 1990. En esta ocasión, el proyecto arquitectónico corrió a cargo de dos españoles de prestigio universal, Santiago Calatrava y Félix Candela. La Ciudad de las Artes y las Ciencias es un conjunto dedicado a la divulgación científica y cultural. Está integrado por seis grandes elementos, entre los que destaca el Oceanogràfic, el mayor acuario de Europa. Esta espectacular obra discurre a lo largo de un eje de casi dos kilómetros por el antiguo cauce del río Turia. Desde 2007 es uno de los 12 Tesoros de España. La reciente apertura de la línea de AVE, que une Valencia con Madrid en poco más de hora y media, así como los numerosos eventos deportivos que tienen lugar en la zona han despertado a este gigante adormecido.

Red de Corredores
Como hemos visto anteriormente, el éxito de ambas iniciativas en 1992 –Expo y Olimpiadas–, impulsó la construcción de nuevas y modernas instalaciones en toda España, entre las que destacan las relacionadas con las comunicaciones y los medios de transporte. Tal fue el caso de las innovadoras líneas férreas de alta velocidad, AVE, que se agruparon en los denominados "corredores" con vistas a ofrecer un amplio servicio dentro de nuestras fronteras y conexión a la futura red de alta velocidad europea. Algunas de estas líneas están ya en servicio, mientras que otras se encuentran proyectadas o en ejecución:
- Corredor Sur, que conecta Madrid con Andalucía y, como en el resto de líneas, facilita el acceso a poblaciones que se encuentran en su recorrido.
- Corredor Noreste, que une Madrid con Barcelona y supondrá el enlace con Francia y el proyecto común europeo de alta velocidad.
- Corredor Norte, para llegar a ciudades como Vitoria, Bilbao o Gijón.
- Corredor Noroeste, que permitiría viajar a Galicia.
- Corredor de Levante, el más reciente, que enlaza Madrid con Valencia, pasando por Castilla-La Mancha.
- Corredor Mediterráneo, que recorre la zona costera desde Tarragona hasta Alicante.
- Corredor Suroeste, a través del cual se pretende en un futuro llegar hasta Lisboa. Supondría un verdadero impulso para Extremadura.
De esta manera, se creará una malla que cubrirá la práctica totalidad del territorio español, convirtiendo a la capital, Madrid, en el mayor núcleo ferroviario de alta velocidad de Europa. En estos momentos, es la red más extensa de Europa y la segunda en el mundo, por detrás de otro gigante asiático, la emergente China. El modelo español ha deslumbrado, entre otros, a potencias económicas del calibre de EE UU o Arabia Saudí. Este tipo de logros ha sido fundamental para que España se equiparara al resto de países punteros al tiempo que –junto con otras facetas innovadoras– ha permitido que las posibilidades de generar sinergías y oportunidades de negocio sean extraordinarias.

[Párrafo eliminado:
El objetivo global no es menos ambicioso que el de Japón tras la contienda bélica: convertir a España en una de los estados más prósperos y de referencia. Las cualidades que pueden hacer esto viable son varias y diversas, destacando la inmejorable calidad de vida de un país mediterráneo; nuestro emplazamiento geográfico; la exquisita oferta cultural y patrimonial –así como de ocio–; sin olvidar la Historia, milenaria, y los vínculos que nos hermanan con Latinoamérica. Rasgos excepcionales que hacen a España inigualable y poseedora de una serie de ventajas incomparables con respecto a los países de nuestro entorno.]



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Artículo de prensa escrito bajo las siguientes premisas:
Relacionar cuatro temas destacando la innovación como elemento de modernidad y calidad de vida:
-La Terminal 2 del Aeropuerto de Barcelona.
-El AVE.
-La ciudad de Valencia.
-La ciudad de Bilbao.
El leit-motiv sería: “España como elemento de inversión turística”. El objetivo es encontrar empresas extranjeras que quieran invertir en España en el sector turístico. Por tanto, ha de emplearse un lenguaje dirigido a Presidentes de Compañías.